Nuestra historia

A finales de los años 70, algunos estudiantes de medicina participaron activa y voluntariamente en brigadas médicas en los periodos vacacionales. El grupo comienza en el año 1978 con un joven muy dinámico, espiritual y misionero de origen peruano, Moisés Florián, de segundo año de medicina. Como tesorero de la asociación participaba el joven Delcio Robinson. Edwin Archibald también participó en ese tiempo.

En el periodo de 1982 a 1983, el dinamismo y compromiso con la misión de la iglesia de los estudiantes Freddy Córdova como presidente, David Escalante y Hernando Orjuela como asociados y Richard Kelger como tesorero, llevaron adelante este proyecto misionero que ya se denominaba AALMMA. La asociación tenía como propósito que se encendiera la chispa de la obra médico misionera. Éste proyecto consistió en realizar brigadas médicas los fines de semana, principalmente sábados por la tarde, y también la búsqueda y atención de estudios bíblicos. Se visitaban las poblaciones y ejidos más cercanos en el perímetro que comprende de Allende hasta Linares.

Debido al creciente interés de los estudiantes en participar en el trabajo misionero, se formaron grupos interdisciplinarios de nutrición, enfermería, psicología y teología. Eran llevados y repartidos por todas las comunidades en tres vehículos que habían sido donados. 

En el periodo de 1983 a 1984 el estudiante brasileño Dorival Duarte asumió la dirección de la asociación.

En 1985 llegó al liderazgo de AALMMA el joven Pedro Gómez, estudiante del cuarto año de medicina, acompañado por Domingo Estanziola, Leyberth Rosendo, Narendra James, Elsa Londazábal, Jorge Salazar, David Velásquez y Antolín Guerrero, entre otros. Hasta 1986 que gradúa el doctor Gómez, le sucede Narendra James, otro dinámico estudiante. 

Desde entonces, los estudiantes dirigen esta asociación, y algunos maestros fungen como consejeros. En aquel entonces, algunos consejeros fueron el doctor Cázares, quien ha servido en Guinea Ecuatorial.

Entre las satisfacciones del trabajo médico misionero se encuentra la fundación de iglesias en ciertas regiones de Nuevo León y, por supuesto, la experiencia de cientos de estudiantes que fueron desafiados a dedicar sus vidas en servicio a Dios y a sus semejantes, de los cuales muchos permanecen con ese perfil misionero o sirven en la iglesia.

Este periodo de, por lo menos, 4 años (hacia finales de los 90's) fue el de mayor apogeo.

Esta asociación desapareció al formalizarse como parte del programa curricular de la Universidad de Montemorelos.